16.09.2021. El proyecto CILIFO y su Firefighting Open Innovation Lab-CILIFO, se une a la conmemoración del Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, que, además, sirve para señalar que es posible que los países lleguen a acuerdos en materia de medioambiente y, posteriormente, los implementen con resultados positivos.
En las últimas décadas del siglo XX apareció el famoso “agujero de la capa de ozono”. Las noticias de que esta capa que protege la Tierra de los efectos nocivos de los rayos solares estaba seriamente dañada y que requería la implementación de medidas urgentes a nivel internacional para poder restaurarla llegaron a oídos de los poderes públicos y, gracias al Protocolo de Montreal, en la actualidad, la capa de ozono sigue protegiendo la vida en nuestro planeta.
El Protocolo de Montreal, parte del Convenio de Viena firmado y ratificado en 2009, ha sido uno de los acuerdos internacionales con mayor éxito hasta la fecha. Todos los países miembros de las Naciones Unidas pactaron controlar la producción mundial y el consumo de sustancias químicas con el objetivo final de eliminar dichas sustancias y sustituirlas por otras menos lesivas. La firma de dicho Protocolo tuvo lugar un 16 de septiembre y por eso se ha tomado esa fecha como Día Internacional para la Preservación de la Capa de Ozono.
La edición de este año quiere poner el foco en otros beneficios que ha acarreado la puesta en marcha del Protocolo de Montreal, como son el aumento de la eficiencia energética -particularmente en el sector de la refrigeración- y la contribución al incremento de la seguridad alimentaria. La conclusión es que, gracias a este Protocolo, se ha protegido la salud humana y, también, la salud de la Tierra.